La Gomera, la isla predilecta y alternativa de los alemanes, inspira a un escritor de novelas policíacas
“El drama es una vida de la que se han extirpado los momentos aburridos”, dijo una vez Alfred Hitchcock. No se trata de ser veraz o real sino de componer una historia reconocible y que transpire autenticidad. A veces, los sucesos reales son tremendamente inverosímiles o sumamente antidramáticos. Las historias de ficción no pueden ser nunca así (y aún menos las novelas policíacas), pero es preciso que la gente se vea reflejada y se reconozca en ellas. …
Leer el texto completo publicado en El Perseguidor nº 61 (sep 2011), suplemento cultural del Diario de Avisos